El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. Se caracteriza por la inflamación de los bronquios, lo que provoca tos crónica, dificultad para respirar, presión en el pecho y silbidos al exhalar (sibilancias).
En niños, el diagnóstico puede ser más complejo porque los síntomas se confunden con otras enfermedades respiratorias. Sin embargo, la detección temprana y las pruebas respiratorias especializadas permiten identificarlo y controlarlo de manera adecuada.
En Hospital Galenia, la Dra. Verónica Vizcarra, neumóloga pediatra, comparte su experiencia en el podcast Actitud Saludable para ayudar a las familias a reconocer los síntomas y comprender el papel de las pruebas respiratorias en el diagnóstico del asma.
Síntomas que deben alertar a los padres
Los papás deben prestar atención cuando los niños presentan:
- Tos crónica que dura más de un mes.
- Disnea (dificultad para respirar).
- Hundimiento del pecho o respiración rápida que hace que se marquen las costillas.
- Sibilancias, que suelen intensificarse en la noche.
- En niños mayores, sensación de opresión o dolor en el pecho.
Si estos síntomas son frecuentes, empeoran con el ejercicio, el llanto, la risa o al exponerse a aire frío, humo o ciertos olores fuertes (cloro, difusores, químicos), puede tratarse de asma.
Factores de riesgo y antecedentes familiares
La probabilidad de asma aumenta cuando existen:
- Síntomas recurrentes sin presencia de infecciones.
- Antecedentes familiares de alergias (rinitis, dermatitis atópica, conjuntivitis alérgica).
- Antecedentes personales de alergia a alimentos, dermatitis o intolerancias.
El entorno también juega un papel importante. La exposición a humo de tabaco, contaminantes, químicos o alérgenos puede agravar los síntomas.
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Diagnóstico de asma en niños
- En menores de 5 años el diagnóstico es un reto, ya que no pueden realizar algunas pruebas respiratorias que requieren soplar con fuerza.
- A partir de los 6 años, se recomienda realizar estudios como la espirometría, que mide la capacidad pulmonar del paciente.
Principales pruebas respiratorias
1. Espirometría
La espirometría consiste en que el niño sople con fuerza en un dispositivo especial durante 6 segundos, evaluando el volumen y la velocidad del aire expulsado.
- Permite conocer la función pulmonar.
- Se compara con valores normales según edad y talla.
- Se repite tras la administración de un broncodilatador para evaluar la respuesta del paciente y confirmar el diagnóstico de asma.
2. Oscilometría
Ideal para niños pequeños porque solo requiere respiración normal sin esfuerzo. Analiza la resistencia de las vías respiratorias de manera sencilla.
3. FENO (Fracción Exhalada de Óxido Nítrico)
Esta prueba mide la cantidad de óxido nítrico exhalado, un indicador de inflamación bronquial.
- Es no invasiva y fácil de realizar.
- Ayuda a diferenciar entre asma alérgica y no alérgica.
- Permite monitorear la eficacia del tratamiento con inhaladores.
- Evalúa la adherencia del paciente al tratamiento.
- Importancia de un diagnóstico temprano
- Detectar el asma a tiempo permite:
- Iniciar tratamiento oportuno.
- Prevenir complicaciones y crisis asmáticas.
- Mejorar la calidad de vida del paciente y su familia.
- Personalizar la terapia según el tipo de asma y su severidad.
El asma es una condición frecuente que puede pasar desapercibida en los niños si los síntomas se confunden con infecciones comunes. Gracias a estudios como la espirometría, oscilometría y FENO, hoy es posible obtener un diagnóstico certero y elegir el mejor tratamiento.
En Hospital Galenia, nuestros especialistas en neumología pediátrica cuentan con la experiencia y la tecnología para atender a niños con síntomas respiratorios crónicos, ofreciendo un cuidado integral y humano.