Neurocirugía Pediátrica
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Neurocirugía Pediátrica
La Neurocirugía Pediátrica es una especialidad única. Los Neurocirujanos infantiles tienen la oportunidad de intervenir en un sistema nervioso que está en desarrollo y reparar lesiones que en el futuro mejorarán la calidad de vida de los pacientes.
Objeto de estudio
El campo de la Neurocirugía Pediátrica tiene como característica la presencia de ciertas enfermedades del sistema nervioso en un paciente cuyas capacidades mentales están en desarrollo; por lo que, el objetivo del Neurocirujano Pediatra es tratar dichos padecimientos y que el paciente pediátrico continúe con un adecuado desarrollo psicomotor.
Aquellos que se presentan desde el nacimiento donde podemos encontrar:
- Las malformaciones congénitas óseas conocidas como craneosinostosis, con una frecuencia de tres a cinco pacientes en 10,000 nacidos y se caracterizan por una deformidad en el cráneo el cual no permite que el cerebro crezca de manera adecuada.
- Las malformaciones propias del cerebro como la hidrocefalia, enfermedad donde hay una alteración en la producción, absorción o distribución del líquido cefalorraquídeo y se presenta de uno a dos pacientes en 1,000 nacidos.
- Las alteraciones en el desarrollo de la médula espinal, conocido como disrafismo con una incidencia de dos a tres por 1000 nacidos vivos, los cuales pueden presentar neuroinfección o posterior alteración en la movilidad o de la deambulación.
- Los golpes o caídas que derivan en trauma craneoencefálico de intensidad variable. El traumatismo craneoencefálico es la principal causa de ingreso del paciente pediátrico a urgencias y la principal causa de mortalidad entre los 6 y los 14 años. El tratamiento está enfocado en preservar la vida, posteriormente, la función neurológica y a que el paciente continúe con un adecuado desarrollo psicomotor; para este fin, se requiere un equipo de profesionales especializados en el manejo del niño.
- Los accidentes de origen vascular que se caracterizan por la presencia de sangrado o infarto cerebral, con una frecuencia de seis en 100,000 pacientes pediátricos, y que en ocasiones por su baja frecuencia no son diagnosticados y que llegan a presentar mortalidad del 10% y una recurrencia de hasta el 20%.
- Padecimientos clasificados como crónicos y discapacitantes son la epilepsia de difícil control, la cual se presenta en pacientes que a pesar de contar con el tratamiento farmacológico adecuado no responden en un 15% y llegan a requerir alguna intervención quirúrgica.
- Los tumores o neoplasias del sistema nervioso central, que en los niños representan la segunda causa de cáncer, solo precedido por la leucemia. Estos representan verdaderos retos para nuestro equipo de especialistas (neurocirujano, oncólogo, radioterapeuta, psicólogo y rehabilitador), en donde se busca la curación o, en su caso, el control de la enfermedad con una adecuada calidad de vida y desarrollo psicomotor.
La finalidad de la cirugía en el paciente pediátrico es realizar el procedimiento planeado, con el mínimo daño al tejido vecino sano y con el menor sangrado posible. Para ello, utilizamos la más avanzada tecnología con el fin de mejorar el resultado del procedimiento y disminuir los riesgos y complicaciones que conlleva este procedimiento con el ideal de mínima invasión.
El ideal de mínima invasión consiste en realizar la cirugía apropiada con el menor daño al tejido sano circundante, para lograrlo, en primer lugar, utilizamos en gran parte de nuestras cirugías la microcirugía, que consiste en el uso de microscopios quirúrgicos que permiten una ampliación del campo quirúrgico y nos ayuda a respetar los tejidos vecinos sanos.
También contamos con el neuronavegador, que permite trabajar las imágenes como la resonancia magnética en una computadora previa a la cirugía y trasladar la información a un sistema de infrarrojos que durante el procedimiento nos permitirá localizar la lesión en el paciente.
En los casos en los que las lesiones son más pequeñas o introducir electrodos de profundidad contamos con el arco de estereotáxia, sistema sujeto al cráneo del paciente que mediante un sistema cartesiano nos permite situar con exactitud el lugar a donde queremos ya sea tomar una biopsia con una aguja o colocar un electrodo.
El equipo de neuroendoscopia nos permite, por medio de una cámara y transmitiendo a un monitor, navegar en el interior del cerebro y resolver padecimientos como la hidrocefalia sin la necesidad de colocar una válvula o de ser necesario, tomar biopsias de lesiones que presentan dudas diagnósticas.
No hay que olvidar el uso de electrofisiología transoperatoria que nos permite registrar un foco irritativo en un paciente de epilepsia o valorar la integridad funcional del sistema nervioso durante una cirugía craneal o de columna.
El grupo médico se conforma de especialistas que realizaron la especialidad en neurocirugía y posteriormente, una subespecialidad en neurocirugía pediátrica con reconocimiento universitario en centros de referencia para paciente pediátrico con enfermedad del sistema nervioso central.
Nuestros miembros son socios activos de la Sección de Neurocirugía Pediátrica de la Sociedad de Cirugía Neurológica.