En la actualidad, el sedentarismo, el aumento en la esperanza de vida y la obesidad hacen que incremente el número de casos nuevos de las enfermedades venosas.
Las enfermedades venosas se originan cuando las venas no pueden enviar la sangre, de una manera eficiente, desde las piernas hacia el corazón.
La insuficiencia venosa es una condición prolongada de la circulación de las venas y aparece por la obstrucción parcial de los vasos.
Las varices son venas que presentan dilataciones o expansiones permanentes y anómalas, con alargamiento y tortuosidades. Son consideradas características de la insuficiencia venosa crónica.
Los factores de riesgo que empeoran la insuficiencia venosa son:
- Edad. A mayor edad, mayor riesgo.
- Sexo femenino. Los estudios demuestran que es una afección 5 veces más frecuente en mujeres que en hombres. La afección se empeora durante el embarazo o bajo tratamiento hormonal.
- Estatura. A mayor estatura, mayor riesgo.
- Factores genéticos. Antecedentes en la familia de varices conllevan a un mayor riesgo de padecer la enfermedad.
- Obesidad. El sobrepeso y la obesidad incrementan la presión en las venas y condicionan a la enfermedad.
- Estar de pie o sentado durante largos periodos de tiempo. La sangre no corre bien a través de las venas si se está en la misma posición por largos lapsos.
Si usted tiene varices debe comprender que es una afección crónica y evolutiva, es decir, los síntomas y manifestaciones irán apareciendo con el paso del tiempo. Usted debe prestar atención a los cambios que surjan, tales como:
- Aumento del relieve y coloración de las venas
- Dolor, pesadez o calambres
- Picazón y hormigueo
- Edema o inflamación de las piernas
- Pigmentación negruzca a la altura del tobillo
4 complicaciones de las várices
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Úlcera varicosa.
Lesión poco profunda. Es causada por las varices y se produce por aumento de la presión venosa. Usualmente aparecen en las piernas a la altura del tobillo. Es importante procurar que no se infecte. Tarda en sanar y a menudo reaparece cuando no se toman las medidas de prevención necesarias. Es importante atenderlas con un médico especialista.
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Trombosis venosa superficial (tromboflebitis superficial)
El paciente con tromboflebitis superficial presenta signos clásicos de inflamación como calor, dolor, tumoración y enrojecimiento.
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Trombosis venosa profunda (tromboflebitis profunda)
Se da cuando la inflamación se produce en venas más profundas y existe el riesgo de embolia. Es una enfermedad relativamente frecuente, sobre todo en pacientes que por alguna otra enfermedad se encuentran en reposo en cama, y pueden desencadenar una embolia pulmonar o una insuficiencia venosa crónica. Las molestias más frecuentes son pesadez y cansancio de piernas con dolores que van hacia la espalda baja que, en ocasiones, impide levantar la pierna.
Se debe sospechar de una trombosis venosa profunda cuando, además de el antecedente de enfermedad venosa o de factores de riesgo, existe dolor al mover la pantorrilla, dolor a la palpación del muslo, dolor a la palpación de la ingle al toser de manera voluntaria, hinchazón de las piernas, coloración morada en la piel de las piernas, aumento de la temperatura de la piel en las piernas.
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Hemorragia
Una vena varicosa que se encuentre muy cerca de la piel se puede romper y provocar sangrado debido a que las paredes de las venas se encuentran débiles o porque las capas cutáneas de la piel son demasiado delgadas.
Lo importante es mantener la calma y buscar alguna medida efectiva para controlar la hemorragia, como conseguir un paño limpio para ejercer una presión moderada y continua, además de elevar las piernas entre 30º y 45º. Se debe buscar atención médica inmediata.
Existen medidas de prevención como el ejercicio, elevación de las piernas o el uso de medias de compresión, sin embargo, si le preocupa el aspecto y salud de sus venas es importante que consulte con un especialista.
Le recomendamos leer nuestra entrada tipos de várices y sus tratamientos para tener más información.
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