La estenosis pilórica es una de las causas más comunes de vómito persistente en lactantes. Aunque se trata de una condición poco frecuente, su diagnóstico y tratamiento oportuno son esenciales para evitar complicaciones graves. En este artículo te explicamos qué es, cómo identificarla y cuál es su manejo más efectivo.
¿Qué es la estenosis pilórica?
La estenosis pilórica es una enfermedad que afecta a los recién nacidos, caracterizada por el engrosamiento anormal del músculo pilórico, ubicado entre el estómago y el intestino delgado. Este engrosamiento provoca una obstrucción parcial o completa del paso del alimento, generando vómitos severos y dificultad para alimentarse.
¿A qué edad se presenta?
Generalmente, aparece entre la segunda y octava semana de vida, siendo más frecuente en varones primogénitos y en lactantes con antecedentes familiares de la enfermedad.
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Causas y factores de riesgo
Aunque la causa exacta se desconoce, existen factores que pueden aumentar el riesgo:
- Herencia familiar.
- Sexo masculino (más común en varones).
- Uso de ciertos antibióticos en el periodo neonatal.
- Factores hormonales y ambientales.
Síntomas de la estenosis pilórica
Los síntomas suelen iniciarse gradualmente y pueden incluir:
- Vómito en proyectil después de comer (sin bilis).
- Hambre constante tras vomitar.
- Pérdida de peso o dificultad para ganar peso.
- Disminución de las evacuaciones.
- Signos de deshidratación (fontanelas hundidas, poca orina, llanto sin lágrimas).
- Abdomen con movimientos visibles durante la digestión.
Reconocer estos signos a tiempo permite iniciar el tratamiento adecuado y evitar complicaciones.
Diagnóstico de estenosis pilórica
El diagnóstico se basa en:
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Exploración física: el pediatra puede palpar una masa en forma de oliva en la parte superior del abdomen.
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Ecografía abdominal: es el estudio de elección para confirmar el engrosamiento del músculo pilórico.
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En casos específicos, se puede solicitar una radiografía con medio de contraste.
Tratamiento de la estenosis pilórica
El manejo definitivo es quirúrgico mediante una piloromiotomía (procedimiento mínimamente invasivo o abierto), en la que se realiza una incisión en el músculo pilórico para aliviar la obstrucción.
Antes de la cirugía, es fundamental corregir los desequilibrios electrolíticos y la deshidratación del bebé. Tras la operación, la mayoría de los lactantes se recuperan rápidamente y pueden reiniciar la alimentación en pocas horas.
La estenosis pilórica es una condición tratable que requiere diagnóstico temprano para evitar complicaciones. Si notas vómito en proyectil, pérdida de peso o signos de deshidratación en tu bebé, acude de inmediato con el pediatra. La detección y corrección temprana son la clave para un desarrollo saludable.
