El Síndrome de Down siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud de las personas con esta condición. Desde el 2011, la Asamblea General de la ONU designó el 21 de marzo (2103) lo que representa por lo que representa los números de esta fecha, 3 cromosomas en el par 21.
El Síndrome de Down es una condición genética que se produce cuando hay una copia extra del cromosoma 21 en cada célula del cuerpo. Esta condición afecta el desarrollo físico y cognitivo de las personas que la padecen.
Las personas con síndrome de Down pueden experimentar una amplia variedad de síntomas y características físicas, incluyendo retraso en el desarrollo, discapacidad intelectual, rasgos faciales distintivos y problemas de salud como enfermedades cardíacas y problemas de visión.
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Sin embargo, es importante recordar que cada persona con síndrome de Down es única y tiene habilidades y rasgos individuales. Muchas personas con esta discapacidad intelectual llevan una vida plena y satisfactoria, y pueden alcanzar logros significativos en diversos campos, como la educación, el trabajo y las relaciones interpersonales.
Es importante que la sociedad reconozca y valore la diversidad de las personas con este síndrome, y que se les brinde apoyo y oportunidades para que puedan alcanzar su máximo potencial. Esto implica una educación inclusiva y accesible, así como una atención médica y social de calidad.
En resumen, el síndrome de Down es una condición que afecta a muchas personas en todo el mundo, pero cada persona es única y tiene habilidades y características individuales. Es importante que se respete la diversidad y se brinde apoyo a las personas con síndrome de Down para que puedan vivir una vida plena y satisfactoria.
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