El delirio en el adulto mayor es una condición médica frecuente, subdiagnosticada y potencialmente grave, caracterizada por un cambio súbito en la función mental, que afecta la atención, la orientación y la percepción. Puede presentarse en hospitales, residencias o en casa, y suele confundirse con demencia u otros trastornos neuropsiquiátricos. Detectarlo a tiempo es clave para prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de las personas mayores.
En este artículo te explicamos qué es el delirio, sus causas más comunes, cómo identificarlo y por qué un diagnóstico temprano es fundamental.
¿Qué es el delirio en el adulto mayor?
El delirio es un trastorno agudo de la atención y la conciencia, que se desarrolla en horas o días y fluctúa a lo largo del día. Se caracteriza por:
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Alteración en el nivel de conciencia.
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Dificultades para mantener o dirigir la atención.
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Desorientación en tiempo, lugar y persona.
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Cambios en la percepción, pensamiento y memoria.
A diferencia de la demencia, el delirio aparece de forma súbita y suele ser reversible si se trata la causa subyacente.
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Causas más frecuentes de delirio en el adulto mayor
El delirio tiene un origen multifactorial, pero en adultos mayores se asocia a factores predisponentes y precipitantes, como:
- Infecciones (urinarias, respiratorias, sepsis).
- Uso o suspensión de medicamentos (benzodiacepinas, anticolinérgicos, analgésicos opioides).
- Deshidratación o desequilibrio electrolítico.
- Trastornos metabólicos (hipoglucemia, insuficiencia renal, hepática).
- Dolor no controlado.
- Cirugías o anestesia general.
- Hospitalización prolongada o cambios en el entorno.
Síntomas de delirio en el adulto mayor
Los signos clínicos pueden variar, pero es importante reconocerlos a tiempo:
- Inicio agudo y fluctuante.
- Desorientación en tiempo, espacio o persona.
- Dificultad para concentrarse o mantener la atención.
- Agitación psicomotriz o, por el contrario, letargo.
- Alucinaciones visuales o auditivas.
- Cambios en el ciclo de sueño-vigilia.
- Alteraciones emocionales como ansiedad, miedo o irritabilidad.
Tipos de delirio
Existen tres formas clínicas de presentación:
- Hiperactivo: agitación, inquietud, insomnio y alucinaciones.
- Hipoactivo: letargo, somnolencia, inactividad y menor interacción.
- Mixto: alternancia entre periodos de agitación y somnolencia.
El delirio hipoactivo es el más frecuente y también el más difícil de detectar.
Diagnóstico y tratamiento oportuno
El diagnóstico es clínico, basado en la observación de los síntomas y antecedentes médicos. Se recomienda el uso de escalas como el CAM (Confusion Assessment Method), ideal para detectar delirio en adultos mayores hospitalizados.
El tratamiento se basa en:
- Identificar y corregir la causa subyacente (infección, deshidratación, efecto adverso de medicamentos).
- Asegurar un entorno tranquilo y seguro.
- Controlar síntomas psicóticos o de agitación si es necesario.
- Favorecer la movilidad y orientación del paciente.
Importancia del diagnóstico temprano
El delirio en adultos mayores está asociado a:
- Mayor riesgo de complicaciones hospitalarias.
- Aumento en la estancia hospitalaria y costos de atención.
- Mayor riesgo de deterioro funcional, cognitivo y mortalidad.
Por eso, detectar y tratar oportunamente el delirio mejora significativamente el pronóstico y la calidad de vida del paciente.
El delirio en el adulto mayor es una condición médica grave, pero prevenible y tratable si se detecta a tiempo. Reconocer sus signos de alarma y actuar rápidamente permite reducir complicaciones, preservar la independencia funcional y proteger la salud emocional de la persona mayor.
Si tienes un familiar hospitalizado o notas cambios repentinos en su comportamiento, consulta a un médico especialista de inmediato.