Las deformidades dentofaciales son el resultado del crecimiento con discrepancia y desproporción de los huesos faciales, maxilar y mandíbula, afectando como consecuencia la función masticatoria y la estética facial.
La desarmonía creada en las estructuras esqueletales provoca algunos movimientos en los dientes que afectan su función principal y crean un mal alineamiento de los dientes. Esto pueden tener diversos orígenes como, anomalías congénitas, del desarrollo y adquiridas por algún tipo de mal hábito.
Puedes saber que presentas una deformidad facial cuando tus dientes no encajen correctamente.
Para tener un diagnóstico adecuado, los pacientes deben ser valorados por un ortodoncista o cirujano maxilofacial, estos especialistas médicos pueden realizar una exploración física por medio de un cefalograma.
El cefalograma es una radiografía donde se logran obtener las medidas exactas de los maxilares con relación al cráneo; también se realizan modelos de yeso para tener la réplica exacta de la posición dentaria.
Cuando se realiza un diagnóstico a temprana edad, el proceso puede atenderse con tratamientos ortopédicos que remodelen los maxilares hasta obtener un balance facial adecuado, así como una mordida estable; en la edad adulta hay algunos casos donde no puede brindarse algún tipo de tratamiento más que la cirugía ortognática.
La cirugía ortognática tiene como objetivo principal la movilidad de la mandíbula, maxilar y mentón. Esto es realizado por un cirujano maxilofacial certificado, el cual deberá manejar al paciente en conjunto con el ortodoncista, que se encargará del manejo ortodóntico prequirúrgico, en donde el objetivo principal es alinear adecuadamente la mala posición de los dientes, para que en el acto quirúrgico se obtenga un balance y armonía tanto dental como esqueletal.
Uno de los principales objetivos de esta cirugía, es que el paciente recupere una adecuada función masticatoria y mejore el balance facial, lo que mejorará la estética facial.
“Este tipo de cirugía requiere de algunos meses de tratamiento ortodóntico previo, debe haber comunicación entre el ortodoncista y el cirujano para decidir el momento exacto en el que el paciente se encontrará en condiciones de operarse; posteriormente se realiza una serie de pasos como la elaboración de la cirugía sobre el cefalograma y la cirugía en modelos de yeso, los cuales nos ayudarán a obtener unas guías que nos orientarán durante la cirugía, como la posición exacta de la nueva posición de los maxilares al realizar los cortes. Los cortes de los maxilares son fijados con placas y tornillos de titanio lo que hace que el paciente se recupere más rápidamente, y sin la necesidad de que estén fijos los maxilares por meses, dejando la boca cerrada como anteriormente se hacía; se tiene como ventaja que al otro día de la cirugía el paciente puede ingerir dieta blanda y a la semana dieta normal, realizando sus prácticas higiénicas en forma habitual.”