¿Sabías que el calor puede afectar directamente la salud de tu corazón? Durante el verano, las altas temperaturas no solo impactan la piel o la hidratación, sino también al sistema cardiovascular. El Dr. David Arturo Castán Flores, cardiólogo del Hospital Galenia, explica cómo el calor puede provocar complicaciones cardíacas y qué medidas puedes tomar para protegerte.
El calor y su impacto en el sistema cardiovascular
A nivel global, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte. Sin embargo, en los últimos años se ha identificado una relación directa entre el incremento de la temperatura ambiental y el aumento de los eventos cardíacos.
Cuando el cuerpo se expone al calor, aumenta el flujo sanguíneo hacia la piel para regular la temperatura corporal. Esto puede provocar deshidratación y pérdida de electrolitos, factores que alteran el ritmo cardíaco y pueden causar arritmias, especialmente en personas con falla cardíaca o enfermedad coronaria.
Además, la deshidratación promueve un estado protrombótico, es decir, una mayor tendencia a formar coágulos, aumentando el riesgo de infartos cerebrales o cardíacos.

Pacientes con insuficiencia cardíaca: un grupo de alto riesgo
Las personas con insuficiencia cardíaca son especialmente vulnerables durante las olas de calor.
El uso de medicamentos diuréticos y la restricción de líquidos o sal —comunes en estos pacientes— pueden potenciar la deshidratación y alterar el equilibrio de sodio en el cuerpo.
Estos factores, sumados a la dificultad para sudar adecuadamente, elevan significativamente el riesgo de arritmias, infartos o descompensaciones cardíacas.
Según estudios recientes, un aumento de tan solo 1 °C en la temperatura ambiental puede incrementar la mortalidad cardiovascular entre 1.2 % y 12 %, dependiendo de la condición del paciente y su exposición prolongada al calor.
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Hidratación inteligente: la clave del verano
Mantener una hidratación adecuada es esencial para conservar la salud cardiovascular.
La cantidad recomendada de líquidos diarios oscila entre 1.5 y 2.5 litros, dependiendo de la edad, peso y nivel de actividad física.
Esto incluye agua natural, té, café, bebidas rehidratantes y agua de coco, siempre vigilando la cantidad de sodio y azúcar que contienen.
Por ejemplo, 500 ml de agua de coco aportan menos de 100 mg de sodio, siendo una excelente opción natural para rehidratarse sin exceder la cantidad diaria recomendada (2 000 mg de sodio).
Consejos prácticos para proteger tu corazón del calor
- Mantente hidratado con agua o bebidas naturales bajas en sodio.
- Evita exponerte al sol directo entre las 10 a.m. y las 5 p.m.
- Usa ropa ligera y transpirable, sombrero o gorra.
- Monitorea tu peso diariamente si tienes problemas cardíacos.
- Consulta a tu cardiólogo antes de ajustar diuréticos o medicamentos.
- Cuida tu ambiente: evita el humo, polvo o contaminantes en interiores.
Para los pacientes con enfermedades del corazón, mantener un registro diario de peso y líquidos ingeridos puede ayudar a prevenir complicaciones relacionadas con la deshidratación o la retención de líquidos.
Así como cuidas tu piel en verano, cuida también tu corazón. La prevención cardiovascular es un compromiso diario, especialmente en temporadas de calor extremo. En el Hospital Galenia, nuestros especialistas en cardiología están preparados para acompañarte en la detección, tratamiento y cuidado integral de tu salud cardiovascular.



