«57 de cada 100 personas sufre una luxación de hombro».
La luxación de hombro, a menudo desencadenada por un trauma o lesión, es más que un dolor momentáneo. Es una condición que requiere comprensión y atención médica para prevenir complicaciones a largo plazo. Conozcamos más sobre este tema para entender sus causas, síntomas y la importancia de un tratamiento adecuado.
Causas
La luxación de hombro ocurre cuando el hueso del brazo (húmero) se sale de su posición normal en la cavidad del hombro. Este desplazamiento puede ser parcial (subluxación) o completo, generando intensos dolores y limitando la movilidad del brazo afectado.
El escenario común que desencadena la luxación de hombro es una caída, golpe o trauma directo al hombro. Sin embargo, actividades deportivas, especialmente aquellas que involucran contacto físico o movimientos bruscos del brazo, también pueden aumentar el riesgo. Además, la laxitud ligamentosa o antecedentes familiares de luxaciones pueden contribuir a la vulnerabilidad.
Síntomas
Los síntomas de la luxación de hombro son difíciles de pasar por alto. El dolor intenso, la inflamación y la incapacidad para mover el brazo son signos reveladores. En algunos casos, la deformidad visual del hombro puede indicar una luxación completa. Es crucial buscar atención médica inmediata si se sospecha una luxación, ya que el tratamiento temprano puede marcar la diferencia en la recuperación.
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Tratamiento
El diagnóstico de la luxación de hombro implica evaluaciones clínicas, radiografías y, en algunos casos, resonancias magnéticas para evaluar el alcance del daño. El tratamiento inicial implica la reducción, es decir, devolver el hueso a su posición normal. Este proceso debe realizarse bajo la supervisión de un profesional de la salud para evitar complicaciones.
Después de la reducción, se enfoca en la rehabilitación, que incluye fisioterapia para fortalecer los músculos alrededor del hombro y mejorar la estabilidad articular. En casos graves o recurrentes, se puede considerar la intervención quirúrgica para reparar ligamentos dañados o estructuras óseas.
La prevención de la luxación de hombro implica cuidado y entrenamiento adecuado, especialmente para aquellos en riesgo debido a actividades deportivas. Además, fortalecer los músculos del hombro puede mejorar la estabilidad articular y reducir el riesgo de recurrencia.
En conclusión, la luxación de hombro va más allá del dolor momentáneo. Requiere atención inmediata y un enfoque integral para garantizar una recuperación completa. Comprender las causas, reconocer los síntomas y buscar tratamiento adecuado son pasos esenciales en el camino hacia la recuperación y la prevención de futuros episodios.
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