Si te sientes lento y olvidadizo, te distraes con facilidad o te sientes completamente abrumado por las tareas cotidianas, puedes estar experimentando un fenómeno común conocido como niebla cerebral. Aunque no se trata de un diagnóstico clínico oficial que aparezca en un historial médico, la niebla cerebral puede surgir después de varias noches de insomnio, cuando se toman ciertos medicamentos como los antihistamínicos, o como resultado del jet lag, entre otras muchas situaciones. Algunas personas experimentan una forma de niebla cerebral después de una comida abundante, durante periodos especialmente estresantes de la vida o cuando se producen grandes cambios hormonales, como durante el embarazo o la menopausia.
La niebla mental es un síndrome neurológico que provoca pérdida de memoria, dificultad para encontrar palabras, problemas de atención y abrumarse por tareas simples, según el neurólogo Dr. Mitchell Elkind del NewYork-Presbyterian/Columbia University.
¿Cómo tratarla?
De acuerdo con Jesús Porta Etessam, neurólogo y vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología, es necesario “hacer un diagnóstico diferencial que identifique la causa y así poder realizar el tratamiento adecuado”.
“Si la causa es la depresión habrá que tratarlo con antidepresivos. Si hay un desequilibrio en los neurotransmisores se pueden administran neuromoduladores. Si el origen es vascular debido a pequeños ictus puede tratarse con estimulación cognitiva o incluso con antiagregantes si es necesario. Si se considera que está provocado por un déficit de vitaminas se dan suplementos. Y así podríamos seguir. En función de la causa, el tratamiento será uno u otro”, afrima.
“Lo que debe quedar claro es que la niebla mental no es una enfermedad en sí misma, sino un síndrome que aparece por un detonante concreto”, insiste el neurólogo.