“El cáncer de próstata es uno de los tipos de cáncer cada día más frecuentes y comunes en los hombres y se estima que la incidencia aumenta conforme la edad.” – Secretaría de Salud
Entre los hombres, se han creado muchos mitos sobre el examen de tacto rectal; y en ocasiones, al generarse cierto temor sobre este tema, muchos prefieren posponer esta revisión médica, dejando de lado el hecho de que este examen ayuda a diagnosticar el cáncer de próstata.
Mitos del examen de tacto rectal
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“El examen solo se realiza si tienes síntomas de cáncer de próstata.”
El examen de tacto rectal es una prueba preliminar que ayuda a detectar indicios de cáncer de próstata. Por lo que, a partir de los 40 años, todo hombre debe realizarse este examen, de manera que pueda detectarse a tiempo el cáncer e incrementar la expectativa de vida.
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“El tacto rectal es incómodo y cambia la orientación sexual.”
No existe una evidencia científica que demuestre que la orientación sexual cambie después del examen. El tacto rectal es ligeramente incómodo mientras se realiza, pero sólo dura unos segundos.
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“Ya no es necesario realizarse el examen de tacto rectal para detectar el cáncer de próstata.”
El diagnóstico del cáncer de próstata se realiza en conjunto con una prueba de antígeno y un tacto rectal. Cuando los resultados de ambos exámenes son anormales se recurren a otras pruebas, como una biopsia o ecografía transrectal, que determinen el diagnóstico de cáncer.
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“El examen de taco rectal no es necesario realizarlo tan seguido.”
Algunos piensan que el examen se debe realizar una vez cada 3 años, esto surge con la idea de que mientras menos veces se realice mejor para uno, pero lo mejor es acudir una vez cada año.
La realidad del examen de tacto rectal consiste en que el médico, utilizando un aguante lubricado, palpe si existe alguna protuberancia a través del recto. Esta prueba es rápida, solo se realiza para confirmar el tamaño, forma y consistencia de la próstata.
Recuerda: Cuando la enfermedad se detecta a tiempo, las posibilidades de recuperarse aumentan, mientras que se reducen las probabilidades de metástasis y otras complicaciones.
No esperes a sentirte mal para acudir al médico y realizarte este examen, al dejarte llevar por los mitos puedes poner en riesgo tu salud; si tienes 40 años es momento de programar revisiones periódicas con el urólogo.