Al consultar primero con médicos generales por algún padecimiento, ellos pueden remitir a los nefrólogos cuando se confirme alguna enfermedad o anormalidad en los riñones.
Mediante un análisis de sangre o de orina se pueden detectar algunas enfermedades de los riñones, esto es porque aparecen proteínas en la orina y originan mucha espuma al orinar. Cuidar la salud de los riñones es fundamental para poder prevenir enfermedades renales a futuro.
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Cuando los riñones pierden sus funciones y ya no pueden eliminar las toxinas, los nefrólogos se encargan de brindar terapia sustitutiva de la función renal, conocida como diálisis.
1 de cada 10 personas en el mundo padece enfermedad renal y la mayoría lo desconoce.
En muchas ocasiones las enfermedades del riñón no presentan síntomas, por esta razón el paciente no nota nada hasta que la enfermedad ya está avanzada.
Síntomas y signos para acudir al nefrólogo son:
- Orinas espumosas.
- Anemia de causa desconocida.
- Dolor lumbar.
- Cambios en el color de la orina.
- Sangre en la orina.
- Disminución o aumento en la frecuencia de orinar.
- Sabor amargo en la boca.
- Pérdida de peso.
- Vómitos.
- Náuseas.
Acudir a un nefrólogo cuando se tienen estos síntomas o cuando se detectan factores de riesgo de desarrollar patologías renales pueden prevenir que se requiera un trasplante de riñón.
Enfermedades que más atienden los nefrólogos:
- Insuficiencia renal crónica.
- Piedras o cálculos en los riñones.
- Cistitis.
- Daño Hipertenso del riñón debido a tensión arterial alta.
- Desequilibrio de electrólitos.
- Enfermedad renal del vaso sanguíneo.
- Enfermedad de riñón policística.
Acudir a una consulta de nefrología cuando se presentan factores de riesgo es indispensable para la prevención y detección oportuna de las enfermedades en los riñones, y eso es el primer paso hacia un tratamiento.
Si un niño es quién presenta enfermedades renales o de las vías urinarias, problemas de la vejiga o presión arterial alta, deberá acudir con un nefrólogo pediátrico. Estos especialistas tratan infantes, adolescentes, y en algunos casos hasta a adultos jóvenes.
Consumir 2 litros de agua al día, tener una dieta saludable, tener una vida activa realizando ejercicio regularmente y tener visitas médicas cada cierto tiempo ayudar a la prevención y limitación del progreso de las enfermedades renales.