La anemia es una enfermedad caracterizada por la falta de glóbulos rojos que puedan transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos del cuerpo.
Las mujeres son más propensas a sufrir de anemia, sin embargo, puede darse en ambos sexos.
La anemia tiene 3 causas principales
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Pérdida de sangre.
La causa más frecuente de padecer anemia es por la pérdida de sangre, esto puede ser de corta duración o permanecer durante un tiempo.
Cuando se pierde mucha sangre, el cuerpo puede perder suficientes glóbulos rojos como para producir anemia.
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Falta de producción de glóbulos rojos.
Algunas situaciones de salud como la mala alimentación, concentraciones anormales de hormonas, enfermedades crónicas y el embarazo.
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Aumento en la velocidad de destrucción de los glóbulos rojos.
Situaciones de salud, factores adquiridos y hereditarios pueden hacer que el cuerpo destruya los glóbulos rojos.
Algunos problemas médicos que también pueden causar anemia son:
- Períodos menstruales abundantes.
- Trastornos hereditarios.
- Complicaciones en el embarazo.
Tipos de anemia
- Deficiencia de hierro. Es el tipo más frecuente de anemia, sin la cantidad de hierro adecuada el cuerpo no puede producir hemoglobina.
- Deficiencia de vitaminas. Una mala dieta sin los nutrientes suficientes no produce glóbulos rojos sanos.
- Enfermedad crónica. Enfermedades como cáncer, VIH/Sida, pueden interferir en la producción de glóbulos rojos.
- Anemia aplásica. Infecciones, determinados medicamentos, enfermedades autoinmunitarias y estar expuesto a sustancias químicas tóxicas evita la producción de suficientes glóbulos rojos.
- Enfermedades de la médula ósea. Enfermedades que afectan la producción de sangre en la médula ósea, como tipos de cáncer, provocan la anemia.
- Anemias hemolíticas. Los glóbulos rojos se destruyen más rápidamente de lo que la médula ósea puede reemplazarlos, se puede heredar o contraer con el tiempo.
- Células falciformes. Esta afección es heredada, por ser una forma de hemoglobina defectuosa que fuerza a los glóbulos rojos a adoptar una forma anómala.
Cuando te sientes cansado y fatigado durante mucho tiempo es normal escuchar que “puedes tener anemia”, y es que estos dos síntomas son característicos de esta enfermedad.
Los signos de padecer de anemia pueden pasar desapercibidas al inicio por ser sutiles, sin embargo, algunos de los síntomas de la anemia son:
- Debilidad y fatiga.
- Piel pálida o amarillenta.
- Latidos del corazón irregulares.
- Irritabilidad.
- Mareos.
- Extremidades frías.
- Dolores de cabeza.
- Dificultad para respirar.
Factores que aumentan el riesgo de padecer anemia
- Dieta baja en hierro, vitamina B12 y folato.
- Trastornos intestinales.
- Antecedentes familiares.
Para tener un tratamiento adecuado primero el médico especialista deberá diagnosticar que tipo de anemia se tiene, a través de un examen físico y de sangre, y dependiendo de los resultados será el tratamiento.