El bebé puede lactar en diversas posiciones con relación a la mamá, transversalmente al pecho y abdomen de la madre, bajo el brazo o a lo largo de su cuerpo. Independientemente de la posición de mamá o del bebé en relación a ella, existen cuatro puntos esenciales sobre la postura del cuerpo del bebé que son de suma importancia:
1. El cuerpo del bebé debe estar derecho, no curvado o doblado. La cabeza del bebé puede estar ligeramente extendida hacia atrás, permitiendo que el mentón esté cerca del pecho.
2. El lactante debe estar frente al pecho. Si los pezones apuntan hacia abajo, el lactante no debe ser aplastado contra el pecho o el abdomen, debe ser colocado, sosteniendo su espalda, de manera que pueda ver la cara de su madre.
3. El cuerpo del bebé debe estar cerca del de su mamá, lo cual beneficia la contigüidad del lactante al pecho.
4. El cuerpo entero del bebé debe estar detenido. Puede apoyar al bebé sobre la cama, con una almohada o entre los brazos de la madre. La mamá no debe agarrar las nalgas del bebé ya que esto podría desplazarlo hacia un lado dificultando que el bebé se coloque de manera adecuada.